El maravilloso regalo de Darse

29.12.2016

Debido al ruido y movimiento de estos días que me inquieta tanto, no puedo solamente ver, escuchar y percibir esa venta de un período de tiempo tan vanal y vacío. No siendolo así.

¡Navidad, es navidad!

Y ¿qué es eso? ¿Qué realmente se celebra? No les escribiré una respuesta, la mía la conozco y a Dios gracias, le creo y ahora veo con mayor claridad a pesar de mi ceguera.

Sin embargo, reitero, no puedo evitar sentirme bombardeada por una idea de época consumista y de fiesta (no es que no disfrute las celebraciones), con un deseo de generar en la gente el tener como sinónimo de felicidad. La realidad es que este tiempo a pasado a verse como un espacio idóneo para el aumento del mercado, facilitado por el aguinaldo que se le brinda a los trabajadores en nuestro país, las supuestas ofertas "navideñas" y por supuesto la idea de que el 25 de diciembre es el momento de dar regalos a todo mundo y de estrenar ropa nueva, girando todo alrededor de lo que compramos y damos.

Que tristeza me genera ese pensamiento, sabiendo que en algún momento lo tomaba también como mío, y peor aún darse cuenta que esa imagen de las familias en las fechas de Noche Buena y Navidad, se embarga de apariencia momentánea, la cual, con los días retorna a espacios muchas veces de soledad y tristeza donde los vínculos interpersonales son débiles o inexistentes.

A todo esto, quizás muchos de los que me lean se sientan identificados, mi propuesta y el tema de este artículo nace del poder pensar que somos y tenemos tanto, ¡De verdad tanto!, que ¿por qué no pensar menos egoístamente y analizar la posibilidad de ser un regalo? Si, sí; es decir, de Darnos como tal.

Y claro nace de mi Fe, en donde mi Dios me enseña que entregar y dar hasta la vida por los otros como símbolo de Amor, y que lo material es pasajero pues nace entre pajas y en la sencillez de una familia común de Nazareth, siendo El más grande es humilde.

Como enfermera, en mi vocación soy dichosa de haber encontrado el lugar donde poner mi todo para todos y es esa mi invitación en estas fechas, en lo que hagas y con lo que tengas, considero para todos a diario hay millones de oportunidades para darse, es decir para amar. Es un caminar y una búsqueda constante.

El consumismo nos hace vivir entre excesos, y pues no es malo comprarse un par de zapatos cuando se necesitan o dar un presente material a alguna persona, pero ¿dónde esta el corazón? El alma humana no se llena con materia, y es que ¿quién guarda en su ser recuerdos de los regalos brindados sino las experiencias vividas y en especial del afecto que se experimentó en el momento específico?

Podría ser posible que ese exceso en el que vivamos sea el de la entrega y la donación propia. Utopía, talvez, pero sirve para caminar dice Galeano. No se necesita ir al otro lado del mundo, es ahí en lo cotidiano, con las personas que frecuentas donde se debe iniciar.

¿Lo intentamos?

No puedo prometerte nada, que sea el regalo más facil de dar, pues no, conlleva mucho trabajo; más la libertad y la riqueza que esta felicidad trae al entregarse, ser conscientes en el interior de lo que hacemos y la razón, conociendo en lo profundo de nuestro corazón como podemos volvernos más humanos, más personas y en tanto, se trabaje en aumento por los demás se purifica el "amor" supuesto que normalmente practicamos muy empapado de interés y deseo de reciprocidad. Darse. Es practicar un arte, el de amar.

En la página generé algunos post con esta idea, hay mil y una más posiblemente para agregar. Las comparto acá, nada se compra, se saca de dentro de sí para dar. Pero debemos practicar estas acciones para lograr la experticia en su realización.

Si lo pones en práctica, contáme cómo te has sentido. Esto no vale la pena, vale la vida.